Nuestra historia comenzó en una pequeña esquina de Miraflores, un espacio acogedor donde los sueños se materializaban en forma de deliciosos postres. Con esfuerzo, dedicación y el apoyo incondicional de nuestra familia y colaboradores, hemos crecido, y hoy, tras 24 años, contamos con 5 puntos de venta en Lima.
Desde el primer día, cada creación ha sido una obra artesanal hecha con esmero, siempre pensando en llevar algo más que dulzura: queremos que nuestros postres conecten con las emociones de quienes nos visitan. Lo que empezó como un pequeño proyecto se ha convertido en un lugar de encuentro, donde cada detalle es parte de una experiencia única.
En Dolce Capriccio, la magia no solo está en la calidad de los ingredientes ni en las técnicas que perfeccionamos con el tiempo. Creemos que lo especial se encuentra en el corazón puesto en cada pastel, en la dedicación casi obsesiva por cada receta, y en la cercanía con cada uno de ustedes, nuestra querida comunidad.
A lo largo de estos años, hemos aprendido, crecido y evolucionado, siempre motivados por el deseo de mejorar y ofrecer lo mejor. La confianza que nos han brindado y el cariño que nos demuestran son lo que nos impulsa a seguir innovando, a explorar nuevos sabores y a continuar desarrollando grandes planes para el futuro.
Hoy, mirando hacia adelante, nos sentimos llenos de ilusión por lo que está por venir. Nuestro compromiso sigue siendo el mismo: brindarles momentos dulces e inolvidables. Este camino ha sido construido juntos, y nos llena de orgullo saber que cada día podemos seguir creando momentos especiales para ustedes.
Celebrar 24 años es, en gran parte, una celebración conjunta. Agradecemos profundamente el haber sido parte de sus momentos, grandes y pequeños, y nos emociona seguir acompañándolos en los próximos años.
Dolce Capriccio, endulzando la vida desde 2000.